Mazda y Macrofying exploran los detalles en los que se sustenta la perfección

Mazda se ha asociado con el Ole Bielfeldt, un experto alemán en macrofotografía, para mostrar desde una perspectiva novedosa el trabajo artesanal que hay detrás de cada coche que fabrica Mazda. Ole Bielfeldt, el artista digital de 22 años responsable del sello “Macrofying”, se dedica a explorar el mundo que nos rodea desde la óptica de imágenes y vídeos hipnóticos de realidades microscópicas. Desde un mechón de cabello hasta la estructura cristalina de una escama de sal: Ole enfoca su trabajo —en el sentido más literal— hacia la belleza sencilla y a menudo sorprendente de los objetos cotidianos.

En una búsqueda incansable de la imagen perfecta, Ole presta atención a los detalles más mínimos.

Este planteamiento de la creación artística se encuentra totalmente en la estela del trabajo de los maestros takumi de Mazda, un título reservado a los artesanos más expertos. Los maestros takumi se entregan con todo su ser a la creación de coches que son también obras de arte. El resultado de su trabajo es una perfección en la que se percibe una mano humana. “La filosofía takumi es esencial para conseguir creaciones únicas”, explica Bahram Partaw, diseñador de Mazda. “Para expresar sensaciones nunca vistas en la carretera, necesitamos un cierto nivel de trabajo artesano”.

En esta colaboración, el diseñador de Mazda y Macrofying repasan lo que ha sido el proceso de creación de uno de los modelos más emblemáticos de la marca, el SUV Mazda CX-60. Desde el primer boceto a lápiz hasta la última capa de pintura. La muestra “The Takumi Touch” se fija desde una nueva perspectiva en los materiales y técnicas que entran en juego a lo largo del proceso: el boceto inicial, el primer modelo de arcilla, el acabado metálico, la pintura de la carrocería hasta alcanzar el tono perfecto y los detalles de las costuras en las tapicerías. Todo ello se ha revisitado de una forma nunca vista por los incondicionales de Mazda: bajo el objetivo macro de Ole Bielfeldt.

Un vídeo entre bastidores sobre esta colaboración revela algunas claves sobre la magia que hay detrás del trabajo de Macrofying.

¿Cómo consigue el artista esas extraordinarias imágenes de una gota de pintura o de una viruta de acero suspendida en el aire? ¿Cómo perciben su propio trabajo los artistas de Mazda y de Macrofying? Este recorrido por el proceso creativo aporta un punto de vista interesante para todo el que desee profundizar un poco más.

El Mazda CX-60 que protagoniza la colaboración se presta maravillosamente bien a esta exploración del trabajo artesano takumi. Sus costuras inspiradas en las técnicas japonesas de encuadernación y sus materiales de alta calidad, como la madera de arce o la napa, demuestran claramente la reflexión y el cuidado con el que se ha elaborado cada detalle. Así, este modelo se convierte en la materialización perfecta del lema “la perfección está en los detalles” que sirve de hilo conductor a esta colaboración entre Mazda y Macrofying. El Mazda CX-60 representa, más que ningún otro modelo de la marca, la estética y la maestría japonesas que diferencia a Mazda. Perfección hecha en Japón.