La plataforma Skyactiv-Vehicle Architecture de nueva generación de Mazda se basó fundamentalmente en el proceso de desarrollo centrado en las personas para la que se perfeccionaron las funciones básicas de las tecnologías Skyactiv, de modo que los ocupantes pudieran usar las habilidades inherentes de su morfología corporal para mantener el equilibrio mientras el coche está en movimiento.

El objetivo era crear una postura en los asientos (con la pelvis en vertical) que las personas pudieran mantener de forma cómoda mientras conducen. Pero Skyactiv-Vehicle Architecture llega aún más lejos, al transmitir los movimientos de la carrocería del coche de forma instantánea y lo más suave posible.

Para ello, Mazda va más allá del concepto tradicional de una plataforma de vehículo, lo que permite una interacción muy estrecha entre el coche y el conductor. Va en perfecta consonancia con la conducción Jinba Ittai, ya que la carrocería, el chasis e incluso los asientos trabajan en conjunto como un todo orgánico dentro de un vehículo que responde prácticamente como si fuera una extensión del cuerpo del conductor. Y así se mejora la seguridad y tranquilidad, además del placer de conducción.