Mazda es sinónimo de placer de conducir. Y como un vehículo seguro hace que conducir sea más divertido, los ingenieros de la compañía idearon el sistema i-ACTIV AWD. La tecnología de tracción total inteligente de Mazda garantiza un viaje seguro y confortable independientemente de las condiciones de conducción. Ya sea en carreteras mojadas, superficies sueltas, hielo o nieve, el sistema se adapta continuamente, distribuyendo el nivel ideal de par a cada una de las cuatro ruedas.
El i-ACTIV optimiza la tracción en tiempo real utilizando datos de múltiples sensores registrados casi continuamente cada segundo. En superficies sólidas con buen agarre, por ejemplo, el coche funciona predominantemente en modo de tracción a las dos ruedas para ahorrar combustible. Sin embargo, una pequeña proporción de par «de reserva» alimenta el otro diferencial, de modo que se puede proporcionar par adicional sin problemas a cualquiera de las ruedas delanteras o traseras, o a ambas, cuando sea necesario. El modo AWD sólo se activa cuando es necesario.
CONFIANZA, ENTREGADA CON EFICACIA
Además de vigilar el entorno de conducción, el i-ACTIV AWD también vigila las intenciones del conductor, controlando aspectos como la presión del pedal del freno y las posiciones del acelerador y el volante para proporcionar la respuesta óptima. El sistema es especialmente eficaz en combinación con el GVC (G-Vectoring Control) y el KPC (Kinematic Posture Control), que mejoran sutilmente la estabilidad y la maniobrabilidad de las ruedas delanteras y traseras, respectivamente. El conductor obtiene la satisfacción de sentir que tiene todo bajo control.